miércoles, 22 de abril de 2009

[Asturias] Playas interiores Gulpiyuri y Cobijeru

Esta Semana Santa nos marchamos con la furgoneta a Asturias. La idea era hacer la ruta del Cares (desde Poncebos a Caín y vuelta), ver los lagos de Covadonga, alguna cosilla más y ver la playa interior de Gulpiyuri. Este post se lo voy a dedicar a esta playa y a otra de similares características llamada Cobijeru porque me han llamado mucho la atención. Nunca había visto unas playas así. El resto de excursiones las relataré en posteriores posts.

La playa de Gulpiyuri está situada al norte de la localidad de Naves (Llanes). Para llegar a ella nosotros entramos a Naves y cruzamos la autovía por una carretera que pasa por encima de ella. Una vez pasado este puente, se puede girar a la izquierda e incorporarse a la autovía o seguir adelante por un camino. Este último camino es el que hay que coger. Un poco más adelante se puede aparcar el coche y de ahí en adelante hay que continuar a pie, pero tranquilos que no son ni 5 minutos! Se trata de una pequeña playa de mar pero situada mar adentro, entre verdes prados agrícolas. En una costa acantilada de roca caliza el mar fue creando una cueva hacia el interior y el fondo de la cueva se hundió (un fenómeno cárstico conocido como dolina), dejando a 100 metros de la costa un pequeño hueco circular de unos 50 metros de diámetro. Este hundimiento sigue conectado con la costa y entra agua del mar, notándose también las mareas y disponiendo de una playa de fina arena.

Se inunda durante pleamares vivas dando a esta playa la apariencia de una piscina salada. Por esta razón hay que tener en cuenta las mareas. Si se va cuando hay bajamar, no habrá casi agua en la playa y si hay pleamar puede que no se vea la arena. Lo ideal en mi opinión es ir un poco antes de que haya marea alta a no ser que se quiera ver “tipo piscina”.

Gulpiyuri ha sido declarado Monumento Natural. Forma parte de la Red Regional de Espacios Naturales Protegidos.

Otra playa de parecidas características es Cobijeru. Se encuentra en las proximidades del pueblo de Buelna, a mitad de camino entre San Vicente de la Barquera y Llanes, en la carretera nacional que une Cantabria con Asturias. Aquí no sólo hay para ver una playa, es un conjunto declarado también Monumento Natural. La foto está sacada con marea baja, por eso hay poca agua, pero si vais con marea alta tendrá más pinta de playa. Primero os explico cómo llegar. Se puede dejar el coche en un orillo de la misma carretera nacional. De ahí se sigue andando, pero no son más de 10 minutos. Desde el pueblo hay que dirigirse hacia la costa y tras pasar las vías del tren hay que girar a la derecha. Enseguida el camino se bifurca de nuevo y por la izquierda se llega a la playa y al resto del conjunto de cueva, arco natural y karst.


Antes de llegar a la playa, pasando por un prado se ve la entrada a una cueva. Esta es una cueva que llega a inundarse cuando hay fuertes tormentas. De hecho se puede ver la marca en las estalactitas de hasta donde llega el agua en esos casos. Nosotros entramos un poco, justo hasta la entrada, no sé si se podrá entrar más adentro. De todas formas no os preocupéis que esta no es la cueva de la que tanto disfruté. La cueva “buena” es la otra.


Dejando esta cueva atrás y continuando por el camino unos pocos metros más adelante nos encontramos con la playa interior. Igual que Gulpiyuri esta también es una dolina. Enfrente de la playa, hacia el acantilado, se encuentra una mole de roca con agujeros horadados por el mar que culmina con un gigantesco arco de roca natural que nos permite ver el mar a través de él. Subiendo hacia el arco se pueden ver los bellos acantilados de la zona. Para que veais lo grande que es he puesto la foto en la que aparezco yo encima del arco con los brazos abiertos. Me veis? En las fotos perqueñas se ven los acantilados y en la ultima se ve un poquito de la playa de Buelna que también es muy bonita.


Sin movernos de la playa, mirando hacia las rocas, tenemos un agujero a la derecha de la playa. Parece un agujero sin más, pero es la entrada a una maravillosa cueva. Es necesario llevar linterna para adentrarse en ella y en algunos tramos es necesario agacharse porque el techo está muy bajo, pero es altamente recomendable entrar y no es nada complicado. Para que os hagáis una idea, cuando entramos nosotros había varios niños de menos de 10 años acompañados por adultos dentro. Una vez dentro de la cueva se pueden diferenciar tres tramos diferentes. El primero de ellos es la entrada a la cueva donde no hay gran cosa. Perdón si hay algún experto en la materia y estoy diciendo alguna barbaridad. Ante todo quiero recalcar que no soy ninguna experta. En el segundo tramo hay formaciones: estalactitas, estalagmitas, etc. Por desgracia he de decir que en algunas partes de la cueva hay cosas escritas en las paredes por gente que no respetó la cueva como hubiera sido necesario. Por último está el tramo que más me impresionó. Es espectacular. Según te vas acercando vas viendo que hay luz al final y cuando llegas… la cueva se abre al mar. Las olas del mar Cantábrico chocan contra el interior de la cueva en la que te encuentras. La verdad es que no sabíamos lo que nos íbamos a encontrar porque entramos por casualidad y nos sorprendió muchísimo. Cuando pasamos por allí vimos a unos chicos salir de ese agujero y les preguntamos a ver que había allí. Ellos nos dijeron que una cueva muy bonita y nos dejaron su linterna. Desde aquí les doy mil gracias porque sino no hubiéramos podido ver aquella maravilla. Supongo que también será importante mirar las mareas, porque si hubiera habido marea alta no sé si hubieramos podido entrar hasta el fondo de la cueva. Mi consejo sería entrar a la cueva cuando está la marea relativamente baja, pero subiendo y así esperando un poco podréis ver la playa también con un poco más de agua.

1 comentario:

  1. Me encantan las dos playas. En la del Cobijeru pudimos ir con perro en agosto por ser muy poco frecuentada.

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